Llegó el lunes 14, y era el día de la gran actuación.

El marco, el escenario del hotel Gustav Mahler, en Jihlava.

Público, abierto a todo el mundo. Pero, sobre todo, familiares y amigos de las familias que nos acogían.

El programa, muy completo. Se incluían bailes regionales, piezas a guitarra, clarinete, piano, piano con violín, piano con trombón, bailes barrocos y coro.

Nervios, muchísimos.

Actitud y ganas de hacerlo bien, todas.

El resultado final, una actuación agradable y atractiva para los asistentes, que disfrutaron con música y bailes de nuestra región y nuestro país.

Presentadores, en español y en checo.

Y una sorpresa, un dibujo de Antonio de Cabezón a la vez que se interpretaba una pieza de piano.

Tanto esfuerzo y tanta superación de dificultades, al final, mereció la pena. Unos artistas.

 

Escrito por David Alonso