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Hradec Králové y Kutná Hora

El miércoles 9, fuimos en autobús a la ciudad de Hradec Králové, para visitar la fábrica de pianos C. Bechstein Europe.

En esta parte de la República Checa, Bohemia, hay una larga tradición musical y de fabricación de pianos. Por eso, a pesar de ser una empresa de origen alemán, tiene una sede en esta ciudad.

Aquí se fabrican los pianos W. Hoffmann, verticales y de cola, que son vendidos por todo el mundo. Los estrictos controles de calidad y la altísima cualificación profesional de sus trabajadores hacen de sus pianos unos de los de más alta gama del mundo, y ejemplares suyos se pueden ver en las principales óperas, teatros y conservatorios del mundo.

Pudimos ver el proceso de fabricación, desde los armazones más grandes hasta las piezas más pequeñas. La pena es que no pudimos hacer fotos, por guardar los secretos de fabricación. Al final de la visita, aquellos de nuestros compañeros que saben tocar el piano pusieron en práctica sus habilidades delante de un público entregado. Según comentaron los afortunados músicos, se nota la calidad de un buen piano.

 Después de visitar la fábrica de pianos, fuimos en autobús a Kutná Hora, situada en la Bohemia Central, y que alcanzó su máximo esplendor gracias a las minas de plata, hasta tal punto que llegó a competir con Praga en el ámbito económico, político y cultural.

El centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

Dentro de esta zona patrimonial, destaca la capilla funeraria de Todos los Santos de Sedlec, que visitamos por su singularidad: la capilla contiene aproximadamente 40.000 esqueletos humanos, colocados artísticamente para formar la decoración y el mobiliario de la capilla. Por eso, también se le llama Osario de Sedlec.

Antes de volver a Jihlava, visitamos la catedral de Santa Bárbara y paseamos por las calles del centro.

 

Escrito por Lucía Rodríguez

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